Artículo Localeando, El Diario de Coahuila, 15 de febrero 2004
Antes
de comenzar a reseñar una serie de ideas que se vertieron el pasado fin de
semana en Oaxaca, con motivo del 3er. Congreso del IGLOM (Red de Investigadores
en Gobiernos Locales Mexicanos) y que se tituló “El gobierno local del futuro:
nuevo diseño del municipio”, quisiera motivar en usted amigo lector una
reflexión con las siguientes dos preguntas: ¿En las condiciones actuales cómo
piensa será su municipio en el futuro? y ¿Cómo quiere usted que sea su gobierno
local en el futuro?
Si
se detuvo un segundo en tratar de responder las preguntas antes citadas
seguramente encontrará que existe una lejanía entre lo que usted piensa será el
futuro y lo que usted desea sea el futuro. Las razones de lo anterior tienen su fundamento, mismas
que pueden ir desde crisis económica y separación de la clase política con
respecto a sus ciudadanos, entre otras muchas más como falta de agua,
inseguridad pública en crecimiento, etcétera.
Las ideas que se difundieron en Oaxaca han
sido las mismas que se han hecho durante los últimos años, con la diferencia
que ahora todas ellas se juntaron en un mismo espacio y con el hecho de que la
globalización se enfrenta y a veces se conecta con el localismo, mismo que también
esta viviendo un “boom” como respuesta a lo primero.
El foro me volvió a recordar que aun entre
estudiosos del municipalismo mexicano existen grandes diferencias sobre como
transformar y rediseñar el cada día más viejo sistema español del “Ayuntamiento”,
pero no se desanimen, hay convergencias y esta es la necesidad de generar
reformas ya y ahora. Y es que bajo el marco constitucional actual que ofrece el
artículo 115 se puede actuar en buena medida con la voluntad de los Congresos
estatales, que al parecer se encuentran dormidos y entretenidos con los retos
nacionales, donde nada o poco tienen que hacer.
Algunos ponentes en el Congreso hicieron
propuestas algo temerarias como el derogar el artículo 115 constitucional en
aras de que al municipio se le deje caminar solo como instancia de gobierno ya
madura. De inmediato los constitucionalistas repararon en la idea e incluso
hasta propusieron una ley reglamentaria para este artículo. Para hacer un
ejercicio comparativo les diré que la Constitución de Estados Unidos no
menciona al gobierno local entre sus líneas y párrafos, solo hace referencia al
gobierno federal y estatal, pero esta es otra historia.
Estando en Oaxaca no se podía evadir el tema
de los municipios indígenas. Para aquellos que no lo sepan, solo en Oaxaca se
da el hecho de que algunos municipios sean gobernados bajo “usos y costumbres”,
es decir los habitantes de tal o cual municipio eligen a sus autoridades según
sus propias reglas, eso si, una vez electas tienen que encuadrarse al modelo del
“ayuntamiento”. Hoy en día de 570 municipios oaxaqueños (o algo así) 418 son
elegidos bajo el método primeramente descrito.
Si el mundo del municipio “normal” en el
país, es decir el que se elige de acuerdo a las reglas que nosotros conocemos,
es complejo, el mundo del municipio indígena lo es muchísimo más. Entender sus
formas de ordenación va más allá de lo que nos pudiera parecer razonable, y
para muestra basta un ejemplo.
Dentro de su estructura de organización
existen dos áreas que son cruciales para ellos. Me refiero a las áreas de la
banda de música y a la religión. Para ponerlo en perspectiva les diré que es
como si en Saltillo hubiera una dirección de “Banda de Música” y otra dirección
de “Religión” al mismo nivel que una Secretaria del Ayuntamiento, Dirección de
Desarrollo Urbano, Obras Públicas, Desarrollo Social, entre otras. Ante esto
solo me cuestionaba una y otra vez si lo anterior a dado como resultado que su
inmensa riqueza cultural y musical se debe a ello, independientemente de los múltiples
problemas propios que enfrentan y que los han mantenido lejos de una calidad de
vida aceptable.
Pero regresando a “nuestro mundo”, que cada día es más
global pero también es más local y parroquial, hasta el punto de que el
Estado-Nación esta en crisis, al menos en Europa, según lo dicho por Joan
Subirats de la Universidad Autónoma de Barcelona y también ponente en Oaxaca,
tenemos que el gobierno local actual no esta preparado para dar buenas
respuestas y resultados a los habitantes, debiéndose parte de ello a las cada
vez mayores discordancias entre la clase política, que piensa ser el único guía
capaz de enfrentar los retos colectivos, y la sociedad, que algunas veces da
visos de hartazgo y contradicciones.
Subirats señalo también que la participación y la
eficiencia no son contradictorias y además que los problemas complejos
requieren de participación ciudadana, y coincido con ello. El asunto es que en
México el gobierno federal, estatal o municipal muchas veces se encarga de
asegurarse de que dicha participación se acomode a sus mismos pensamientos e
intereses, lo que hace que las ideas que ahí se generan sean unilaterales y
escasas de visiones integrales, viniendo como consecuencia que los sectores no
involucrados busquen salidas a sus peticiones (ejemplo caso mujeres de
Juárez.).
Como sea que fuere, los retos municipales son y seguirán
siendo muchos y no se podrá hacerles frente hasta que las camisas de fuerza
legales mantengan a los gobiernos locales caminando por senderos ya agotados.
La reelección, la libertad para acoger otras formas de gobierno además del
ayuntamiento (Comisión, Cabildo-Administrador, Asamblea, etc), la elección de
regidores por distrito, candidaturas independientes, iniciativas ciudadanas,
partidos políticos municipales, y muchos más, son mecanismos que de adoptarse
mucho contribuirían a construir un mejor futuro.
Amigo conciudadano, no se crea muy alejado de todo lo que
aquí menciono y de lo que acontece en el lugar donde vive usted y sus hijos, ya
que se trata de su viabilidad para sobrevivir ante condiciones y retos cada día
más complicados y donde la participación de todos es muy necesaria y también
urgente.
Comentarios