Un problema limítrofe serio

Localeando, 22 de Noviembre de 2007 
Jaime Villasana Dávila 

Sin duda la definición territorial de un país representa un aspecto fundamental de configuración institucional para el mismo. De hecho el territorio es parte de la triada población-territorio-gobierno, pilares sobre los que descansa y conforma cualquier comunidad nacional, regional, estatal o municipal.

Pero en México parece no importarnos este tema cuando se trata de nuestras fronteras internas (estatales y municipales). De acuerdo al Atlas de la Situación Actual de la División Político-Administrativa Interestatal de México, elaborado por INEGI, ¡25 de las 32 entidades mexicanas están en la indefinición parcial o total por falta de documentos que avalen la extensión de su territorio!. Lo mismo acontece con cientos de municipios, quizás miles.

Esto conlleva a interpretar que desde su fundación, México no ha tenido sus fronteras internas completamente definidas. Durante la colonia se dieron infinidad de reacomodos en los nuevos reinos, provincias o intendencias ya sea por cuestiones eclesiásticas, administrativas o militares, generando tensiones entre las élites gobernantes que veía su poder aumentar o disminuir según las disposiciones provenientes desde España. Lo mismo padecimos durante el siglo XIX. En el XX decidimos ocultar la realidad y en el XXI el asunto comienza a mostrar signos preocupantes con el conflicto limítrofe de Jalisco-Colima y varios otros más (Puebla-Morelos, Yucatán-Q.Roo-Campeche, Zacatecas-Durango, etc), los cuales sólo esperan ciertas condiciones para activarse (crisis, inestabilidad política, etc.).

El conflicto limítrofe Jalisco-Colima, ha causado en los últimos meses bloqueos de carreteras y enfrentamientos entre ciudadanos y policías de dichas entidades. A esto hay que sumarle los discursos incendiarios de ambos mandatarios; desde la mención de “guerra civil” por el mandatario colimense (La Jornada, 020807) hasta un “no habrá pérdidas humanas” por el gobernador jalisciense (El Informador, 191107), cosa que ni él ni nadie lo puede asegurar. Para garantizar la paz en la zona, el gobierno federal ha enviado elementos del ejército.

Esta situación obligó al Congreso federal a reformar en 2005 el artículo 46 constitucional para que el Senado resuelva este tipo de conflictos (ya no el Poder Judicial).

Urge resolver este asunto. Lamentablemente 200 años de indefinición limítrofe dicen otra cosa.

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