El debate Moreira-Saro

Artículo Localeando, 27 de Diciembre de 2007 
Jaime Villasana Dávila 

El pasado 24 de diciembre se llevó a cabo un debate entre el senador panista Ernesto Saro y el presidente del PRI-Coahuila Rubén Moreira. Los enfrentamientos Saro-Moreira ya llevan por lo menos desde la campaña electoral local del 2005, aunque en ese entonces era el hoy gobernador quien debatía con el senador.

Leyendo los reportes periodísticos sobre el acontecimiento puede interpretarse que el debate fue poco productivo (no se planteó ninguna propuesta alternativa al CIMARI) porqué abundó en reclamos, insultos, interrupciones, descalificaciones. La verdad no me sorprende que así haya sido. Tristemente en Coahuila (y en México) no tenemos la práctica de debatir y ante ello es común que cuando se da no existan las reglas pertinentes. Se tiene miedo al debate pero se privilegia la discusión a través de los medios, práctica nada benéfica para nuestra endeble democracia porque en ellos se tiende a mentir.

Veamos lo que pasó en la campaña presidencial; tan sólo dos míseros debates y el primero de ellos sin uno de los candidatos principales. En EUA en todo el proceso electoral presidencial habrá más de 40 debates (en Europa y Canadá lo mismo). En las campañas locales de cualquier estado es semejante. Pero no sólo en estos momentos se debate; basta prender cualquier día cualquier canal y ahí están los políticos debatiendo constantemente.

A pesar del resultado general yo celebró que ambos protagonistas (Saro y Rubén) hayan aceptado debatir. Es sólo a través de la confrontación de ideas cara a cara como se van desglosando mejor las posturas, se conocen ideologías, se visualizan actitudes, se descubren aptitudes y, lo más importante, es más fácil arribar o generar propuestas para solucionar problemas. En cualquier debate que no haya propuestas, entonces el debate ciertamente habrá sido muy pobre.

En 2008 habrá elecciones locales en Coahuila y por ser únicamente para votar por diputados locales con mayor razón los debates deberán de darse, teniendo que girar en torno a las propuestas que cada partido tiene para enfrentar los problemas del estado (educación, inseguridad, crecimiento urbano sin seguimiento, nula medición del desempeño, etc.).

Yo espero que el senador panista y el presidente del PRI motiven a sus colegas a debatir con sus contrapartes en radio y TV y no haya sido sólo un acontecimiento raro. ¡Que vengan más debates!

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