Coahuila, Veracruz, etc. ¿quién tiene la razón? I

Artículo Localeando, 20 de Agosto de 2009 
Jaime Villasana Dávila 

Dada la exigencia de alcaldes y gobernadores por más recursos a la federación, el pasado lunes la SHCP indicó que en 2008 los gobiernos locales tuvieron 90 mil millones de pesos adicionales en participaciones respecto de 2007, una cifra "extraordinaria, con precios del petróleo por arriba de 100 dólares.

Con esta postura la SHCP quiso lavarse las manos sobre la crisis financiera en estados y municipios; “en 2008 recibieron ingresos extraordinarios, los cuales no utilizaron correctamente estos gobiernos”, dijo, y en parte tiene razón pero esa es otra historia.

Ante tal declaración, y como era de esperarse, algunos gobernadores respondieron. Rescato palabras del gobernador de Veracruz, Fidel Herrera; “Veracruz aporta a la Federación por medio de impuestos 10% del total del Producto Interno Bruto (PIB), sin embargo recibe apenas 2% en participaciones federales...si a Veracruz le devolvieran lo que aporta a la Federación, recibiría un billón 200 mil millones y no sólo los 25 mil millones que le restituyen (El Universal, 170809).

El gober veracruzano afirmó que su estado ha logrado la mayor recaudación en los últimos dos años del IVA, ISR, Impuesto a la Tenencia Vehicular, Nómina y Hospedaje. Cerró diciendo “es necesario un nuevo Federalismo, donde los estados que realizan una mayor aportación de impuestos reciban un mejor trato”.

Herrera emplea (no es la primera vez) el mismo tono discursivo que sus colegas de Sonora, Campeche, NL, Coahuila, etc., todos reclamando ser el estado (o uno de) que más aporta al país. Pero ¿quién tiene la razón? La verdad es que nadie lo sabe con precisión, ni siquiera la SHCP.

Ahora bien ¿a quién acudir o como hacerle para obtenerlo? He aquí el problema. Como del gobierno federal jamás vendrá una respuesta, la mira se torna a la CONAGO pero dado que aquí las decisiones se toman por unanimidad la respuesta tampoco saldrá. Los estados “pobres” simplemente bloquearán todo intento por no convenirles. Del Senado menos por no ser federalista sino partidista. Además existe un cierto miedo a saberlo por aquello de fomentar la fractura del país. Siempre ha sido así, se prefieren las ramas al piso firme.

Queda pues mirar a los gobernadores ¿pero a cuál? Es difícil vislumbrar a alguien o a un par que se eche el tema al hombro. Nadie quiere ser el “padre del nuevo federalismo mexicano”, quizás por conveniencia.

Lo peor del caso es que con la falta de este dato crucial (quien aporta cuanto) nos condenamos a seguir manteniendo un federalismo fallido.

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