El Facebook

Artículo Localeando, 4 de Febrero de 2010 
Jaime Villasana Dávila 

En su edición de esta semana, la revista The Economist publica un reportaje especial muy recomendable sobre las redes sociales en el Internet. Las herramientas de obvia referencia son Facebook y Twitter pues son las más exitosas del momento, dejando a la zaga a otras como MySpace o Hi5.

El reportaje hace referencia al impacto social y económico que han tenido tales redes virtuales para la interacción del ser humano con sus semejantes. Sin duda han sido protagonistas en la estructuración del Homo Mobilis (el Homo Sapiens ya es pasado). Así por ejemplo si Facebook, que es más “íntimo” al Twitter, fuera un país sería uno de los de mayor población con sus más de 400 millones de usuarios registrados.

Las redes sociales han penetrado enormidades en la preferencia de los internautas que en algunos países estos pasan más tiempo en ellas que escribiendo correos electrónicos.

El reporte añade que ello se debe en parte a que estos sitios han hecho que las relaciones interpersonales sean más visibles y cuantificables, además de ser importantes vehículos para difundir noticias e influenciar actitudes. No se olvide el uso masivo que Obama hizo de ellas. En México candidatos y políticos lo han hecho recientemente, además de otras personalidades y organizaciones de todo tipo.

Pero no todo es maravilla. El reportaje cita varios retos; deben demostrar que son herramientas que llegaron para quedarse, que son rentables para los inversionistas y además que no violan la privacidad de las personas.

Ahora me enfoco en el Facebook. En lo personal llevo usándolo desde diciembre de 2007. Previamente utilicé el Hi5 pero la abandoné rápidamente por dos razones; a) el Facebook ofrece más aplicaciones y b) por recomendación de amigos.

La herramienta rápidamente me envolvió. Y al principio no descanse hasta colocar la información personal que consideraba suficiente, algo que piensas reiteradamente por aquello de la seguridad y privacidad. El Facebook ha alterado la distribución de mi tiempo de ocio ante la computadora, compitiéndole a mi página web personal. Ciertamente en ocasiones pasan días sin que lo visite pues el trabajo u otras actividades lo impiden.

Luego de poco más de dos años de uso me ha dejado más beneficios que perjuicios (hasta ahora). He contactado a familiares y amigos de la secundaria y preparatoria que no veía desde hace años, además de compartir mi opinión, ideas, sentimientos y visión sobre los más diversos temas.

Hoy escribí del Facebook, en algún tiempo lo haré de otra herramienta, pues como infiere The Economist, yo también dudo que haya llegado para quedarse. Así es esto.

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