Crónica de un tiroteo

Artículo Localeando, 5 de Agosto de 2010 
Jaime Villasana Dávila 

El sábado pasado por la tarde mi esposa y yo estuvimos en un restaurante por Valle Oriente en Monterrey compartiendo comida con unos amigos. Previo a retirarnos, y dado los daños de Alex, pregunté cuál sería la mejor ruta para llegar al aeropuerto; por Constitución o por Ave. Madero. Me recomendaron la segunda opción o bien continuar por Félix U. Gómez la cual también conlleva a Apodaca.

Salimos del restaurante aprox. 7:10pm y puse rumbo al Blvd. E. Garza Sada. Me detengo a cargar gasolina sobre la misma avenida pasando el Tec de Mty. Terminé de hacer la maniobra y continué por el mismo bulevar despacio tratando de visualizar si Constitución estaba abierto, lo cual así era. En milisegundos la pienso para tomarla pero decido pasarla y continuar por la misma vía pero ahora llamada Félix U. Gómez.

Paso Constitución luego un puente vehicular y llego a un semáforo en rojo. Estamos pocos autos. Cambia la luz y avanzamos. Me pasa por la izquierda una lujosa pick up Lincoln blanca. Sospecho. Estamos un par de cuadras antes de llegar a Ave. Madero. Al frente de nosotros iba sólo un auto y a nuestra derecha otro más. Atrás de nosotros como dos filas de autos.

De pronto escucho a lo lejos dos explosiones tipo cohetones provenientes del frente. Se escuchan otros más. El peor escenario se me hace realidad. Mi esposa contrariada me cuestiona al respecto. No le respondo. No sé qué decirle. Me bloqueo física y mentalmente. Un autobús foráneo me pasa por la izquierda y era evidente que el chofer no había oído los disparos, ahora ráfagas.

Veo al frente a una distancia aprox. de 100mts a un taxi y unos tipos corriendo. Pude verlos pues adelante solo estaba la pick up Lincoln. En el carril contrario carros aceleran su andar. Los disparos en ráfagas suenan nuevamente. En mi interior pienso decirle a mi esposa que se tire al piso pero no lo consigo. No me salen palabras. En microsegundos pienso mover la palanca de su respaldo para que se haga cama. Tampoco lo hago.

Mi esposa me dice que son disparos. El autobús se para a pocos metros adelante. El pickup da vuelta en U de inmediato. Miro por el retrovisor y hay gente corriendo. Carros dando vuelta en U. A mi izquierda, los despachadores de una gasolinera observan el espectáculo. Más disparos.

Consigo dar vuelta en U y nos alejamos rápidamente. Pongo rumbo al aeropuerto por Morones Prieto (toda una encrucijada). Retomamos la plática mi esposa y yo he intercambiamos opiniones. Concluimos que estuvimos en peligro y obviamente temimos.

Ya en el hotel reviso ElNorte.com informando “Reportan 3 muertos en balacera en el Centro”. Además del tiroteo hay bloqueos. Una nota posterior reduce la cifra a solo uno. Se ha sumado a los más de 20 mil muertos desde que empezó “la guerra”. Esa cargada de gasolina, quizás nos salvó de algo más grave.

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