Artículo Localeando, 4 de Noviembre de 2010
Jaime Villasana Dávila
Me encuentro en California (San Francisco) desde el domingo pasado por motivos laborales. Aun y con su tremenda crisis fiscal este estado es realmente ejemplar en muchos sentidos, pero deberá hacer cambios estructurales en la relación laboral gobiernos-trabajadores, al tiempo de actualizar la relación gobierno-ciudadanos, pues estos últimos tienen un excesivo poder.
Pero el tema por estos lares no solo es ese. Como sabemos el martes pasado hubo elecciones en USA para elegir diputados federales, gobernadores, etc. y en la misma jornada electoral se votó una iniciativa para legalizar el consumo y producción de marihuana para uso personal.
Actualmente la marihuana es permitida en California para fines medicinales al igual que en otros estados. Es uno de los principales productores y consumidores, lo que hace pensar como racional el movimiento por legalizarla, pero al mismo tiempo los californianos (y gringos en general) están temerosos por dar un paso de esta magnitud pues les genera mucha incertidumbre. Por eso ganó (por ahora) el NO 56% a 44% contra el SI. Como sea, el tema seguirá con fuerza en la mesa del debate.
A nivel mundial el tema de su legalización es muy polémico y hay gente valiosa en ambos lados del debate incluso al interior de organismos internacionales. En Portugal y Holanda su consumo está despenalizado y en otros países el asunto comienza a crecer. Quienes están a favor argumentan que su consumo se trata de una decisión personal y que en todo caso deben castigarse los malos comportamientos generados por su consumo (al igual que con el tabaco y alcohol) y restringirse su consumo en vías públicas.
Ahora volteemos a México. En los últimos años combatir la marihuana y otras drogas nos ha costado miles de millones de pesos y miles de vidas. Los resultados han sido limitados y parece que el ganón es el crimen organizado; a menor oferta, mayor precio y mayores utilidades. Además es claro que NUNCA eliminaremos su consumo ni tampoco se vencerá a sus oferentes (miren a EUA).
Pero lo anterior es secundario. El tema, dicen algunos, tiene que ver con derechos humanos, valores cívicos y la libertad para decidir lo que queremos para nuestra vida siempre y cuando no afectemos a terceros (¿le afectaría que su vecino fume marihuana en la casa de él?).
El alcohol y tabaco son tan mortíferos en exceso como la marihuana. De hecho todo lo es. Lo relevante es lo que se construye alrededor de esto (educación, prevención, reglas claras, etc.) para controlar su consumo bajo un marco legal y no uno ilegal con tremendos costos.
En resumen; creo ha llegado la hora de legalizar la marihuana en México.
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