Democracia dispareja en estados

Artículo Localeando, 9 de Diciembre de 2010 
Jaime Villasana Dávila 

Después de la caída del bloque comunista los índices temáticos relativos al desempeño gubernamental florecieron pues la información de los países comenzó a estar más disponible. Uno pionero fue el Índice de Transparencia elaborado por Transparencia Internacional, cuya sede está en Alemania.

En México los índices comenzaron a masificarse luego del 2000. Ya los había antes pero eran limitados y había cierta desconfianza hacia ellos. Desde entonces han surgido docenas (buenos y malos) en cualquier tema de interés público.

Y hablando de índices la semana pasada se dio a conocer uno nuevo que para mí es fundamental. Se trata del índice de Desarrollo Democrático Mexicano 2010 (IDD-MX 2010), mismo que desglosa resultados por cada estado del país.

Es una lástima que se haya elaborado una década después de iniciada la alternancia pues viene a complementar el tema de los gobernadores imperiales en nuestro país. Antes del 2000 los hubo, pero el Presidencialismo siempre los acotó y sirvió de contrapeso hacia sus excesos, lo que no ocurre ahora pues quien debería fungir como tal (Congresos locales) simplemente no existe.

El IDD mide cuatro dimensiones (derechos políticos, calidad institucional, dimensión social y dimensión económica). En cuanto a sus resultados, un sorprendente estado de Colima obtuvo el mejor valor de desarrollo democrático (10). Le siguió el DF (9.7), Ags. (7.6), Gto. (7.4) y NL (7.4).

Coahuila se ubicó en los reprobados al obtener 5.8 de calificación, con la 16º posición. Por dimensión estos son los lugares: 19º lugar en derechos políticos, 18º en calidad institucional, 15º en dimensión social y 13º en dimensión económica. Sin duda estos resultados motivan a la reflexión, confirmando que no todo son obras.

El Edo. Méx. (Por aquello de Peña Nieto y probable candidato presidencial) obtuvo 5.2 de puntaje. Chihuahua, un estado iniciador de la democratización mexicana, obtuvo un decepcionante 3.9.

Muchas conclusiones pueden desprenderse de este índice. Una importante y positiva es lo dicho por los responsables del mismo; “los estados que tienen una mejor evaluación están gobernados por partidos distintos…esto implica que en México, el factor ideológico o partidista, no obstruye el desarrollo democrático”.

Una conclusión preocupante es que los mismos estados de siempre siguen saliendo en los últimos lugares; Oaxaca 2.9, Guerrero 2.6 y Chiapas 2.1, lo cual confirma que a nuestro modelo federal en todos sus aspectos (fiscal, legal, democrático, etc.) le urge actualizarse para no seguir con el actual proceso de balcanización. Otra llamada de atención.

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