Diez años de alternancia

Artículos Localeando, 2 de Diciembre de 2010 
Jaime Villasana Dávila 

A diez años de que el PAN se hiciera del poder Ejecutivo federal ciertamente México ha cambiado, pero ¿para bien, para mal o para estar igual? Depende a quien se le pregunte.

Según Fox “han sido años fructíferos para México…sólo los ciegos y necios no quieren ver”. Por su parte el Pdte. Calderón dijo el pasado domingo que “hace 10 años México… desmanteló la vieja estructura autoritaria que había estado vigente durante casi todo el siglo XX”. Agregó que debemos evitar el retorno de lo viejo pues volver al pasado traería corrupción y pobreza”.

Para balancear comparto la opinión del líder priísta en el Congreso federal, Francisco Rojas, para quien el panismo ha causado los daños más graves al país como el “deterioro de la cohesión social y el debilitamiento de las instituciones”.

La política no es una ciencia exacta y además es muy relativa. De aquí que opiniones generales tienen algo de razón pero también de mentira. Incluso las nuestras (suya lector y mía) caminan también por el mismo sendero de exactitud limitada.

No obstante, hay realidades que son eso (realidades) de los gobiernos panistas. Una inicial es la falta de autocrítica para reconocer fallas puntuales. Ni Fox ni Calderón han querido reconocer yerros y en democracia se vale equivocarse. A diferencia de en países desarrollados, a los políticos mexicanos (todos) les sigue siendo imposible aceptar equivocaciones y pedir disculpas.

Los panistas suelen enunciar repetidamente un montón de datos que muestran “mejorías” nacionales en todos los aspectos. Pero la democracia no se limita a hacer cosas que se vean, a enfrentar al crimen organizado como nunca nadie lo había hecho o a garantizar la plena libertad de expresión.

La democracia pasa también por el mejoramiento de la justicia, el fortalecimiento institucional, libertad económica y la predicación con el ejemplo. Y aquí los panistas también salen debiendo.

En el primer tema la PGR y MPs siguen siendo muy ineficientes para armar casos (recuerden el michoacanazo). El segundo es peor. Calderón puso a ex –colaboradores suyos en el IFAI y aun novato en la Cofetel, partidizando a estas instituciones (y otras más) que deben ser ciudadanas-técnicas. En competencia seguimos esperando la tercera cadena nacional de TV y el divorcio Televisa-Presidencia. El cuarto lo ilustro con un ejemplo local; ellos partidizaron la Auditoria Superior de Nuevo León y de muchas otras más. Ya no hablemos de su pacto con Elba Esther.

Conste que todos estos casos citados les competen sin excusas. Quedan dos años. La historia dirá si la democracia que heredan es una limitada (tirándole a mediocre) o una en forma. Hasta hoy pinta lo primero.

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