Televisa, Telmex, Coahuila, transición, etc.

Artículo Localeando, 24 de Febrero de 2011 
Jaime Villasana Dávila 

El conflicto entre Televisa y Telmex tiene implicaciones más allá de una simple disputa empresarial, pues pega centralmente en la consolidación democrática de México debido a la naturaleza de las empresas, a su posición dominante y a su enorme tamaño.

Y precisamente las telecomunicaciones es uno de esos ámbitos pendientes de los panistas, quienes no han querido resolverlo luego de diez años en el poder por querer seguir gozando de las mieles del contubernio publicitario aun y cuando afecta al país.

Los gobiernos foxista y calderonista pudieron diseñar mejores reglas que incentivasen competencia (lo cual impacta en calidad de contenidos) y generasen mayores inversiones en el sector, con el beneficio consiguiente para el consumidor mexicano. De paso construir contrapesos, no solo a estos dos gigantes de cobertura nacional en las telecomunicaciones, sino también en los estados, donde siguen existiendo empresas que monopolizan los canales locales. Y pongo un ejemplo.

Durante años Grupo RCG en Coahuila poseyó el monopolio de la televisión local. Esta condición le permitió “hacerse” de todo el estado y por consiguiente fijar precios especiales de publicidad al gobierno estatal, gobiernos municipales y entidades públicas. Quien no pagara sufriría las consecuencias y como el dinero no es propio, sino público, pues se pagó.

Con la llegada de Fox y el triunfo de Calderón el panorama, se pensó, cambiaría pues parecía obvio que los panistas construirían contrapesos empresariales en la TV nacional y local, tal como ocurre ya en prensa y radio.

Entre 2001 y 2010 hubo decenas de propuestas de inversiones para balancear el mercado de telecomunicaciones a nivel local y nacional. Pero ninguno de los casos prosperó y, para el caso de Coahuila, RCG siguió gozando de su monopolio con las consecuencias sabidas. Lo mismo pasó en otros estados. Incluso los panistas fueron en sentido contrario al apoyar la famosa “Ley Televisa”. Las empresas dominantes se hicieron más dominantes.

Luego de diez años perdidos y de estancamiento no solo en este sector sino en otros también (aviación, telefonía, Internet), el gobierno calderonista ha dado al parecer los primeros pasos (aunque tarde) para que se desarrollase una tercer cadena de TV nacional, quizás una cuarta, y destrabar el tema de interconexión telefónica.

Pero si esto no acontece de aquí al final del sexenio entonces no queda más que asignar al Pdte. Calderón un error de proporciones históricas y una buena dosis de responsabilidad por el estancamiento democrático y económico del país.

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