Artículo Localeando,
13 de Diciembre de 2012
Jaime Villasana Dávila
Mientras la clase política del país ha entrado en un ambiente de
colaboración con la firma de pactos y acuerdos, con la aprobación de reformas
iniciales en varios temas y la programación de otros igual de importantes
(educación), en Coahuila siguen saliendo más detalles que confirman el desastre
financiero que resultó ser el sexenio de Humberto Moreira.
El tema sigue siendo relevante porque, si bien no de la misma magnitud,
en muchos estados y municipios la administración de los recursos públicos está
muy lejos de estándares mínimos aceptados. Es un problema nacional que va desde
la cultura política y falta de capacidad técnica hasta la impunidad.
Aprendamos bien del caso para que no vuelva a suceder. Fuente: Vanguardia. |
Ahora bien, los efectos del Moreirazo son por demás conocidos; un estado
hipotecado, controles financieros más rígidos para estados y municipios, una
iniciativa presidencial en ciernes para controlar deudas públicas locales,
nueva atención de la sociedad hacia el tema de deudas y en el ámbito político
el derrumbe escandaloso de una figura pública que al final resultó ser un
castillo de arena.
De los efectos mencionados destaco los controles financieros y la
iniciativa de EPN, lo cual abona pero mucho más debe hacerse desde el ámbito
gubernamental y político.
De aquí que al Moreirazo debemos utilizarlo no sólo para crear/modificar
leyes para hacerlas más duras sino para cambiar actitudes que conlleven a crear
un entorno en el cual las finanzas de estados y municipios son operados por
profesionales.
Y es que es una vergüenza nacional lo descubierto por el Auditor
Superior de Coahuila, quien señaló días atrás que el ¡33%! del gasto estatal en todo el sexenio de Moreira fue irregular. Ni siquiera en el peor municipio y
estado ¡del mundo! se observa algo así y esto pasa evidentemente por tener
gobernantes irresponsables que colocan a incompetentes en cargos cruciales.
Otro descubrimiento del Auditor es la práctica del ex –tesorero
coahuilense Javier Villarreal de hacer “copy/paste” para elaborar el
presupuesto, lo cual no es nuevo pues es una acción generalizada de todos o
casi todos los tesoreros municipales o estatales (aunque algunos al menos
agregan la inflación).
De aquí que sería excelente que la SHCP en coordinación con el Congreso federal
lanzara una iniciativa para recompensar a aquellos estados y municipios cuyos
tesoreros y otros funcionarios claves lleven más de un periodo de gobierno en
el mismo cargo o relacionado directo.
Esto sería tan solo un pequeño paso de muchos necesarios, pero dado en
la dirección correcta.
Lo que menos necesita México son todos los Javier Villarreal que
actualmente ocupan cargos públicos y que le hacen un grave daño al país.
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